sábado, 22 de septiembre de 2007

Primera taza que cae.

Vigésimo tercer agosto de una álgida noche .Ayer fumamos con cara de palo, como títeres del pino, protagonistas externos que venden tarjetas para teléfono, jerigonza de la metáfora frente a entidades bancarias.

El almuerzo fue el mismo pero entre otros habitantes, sobre otras vajillas que no juegan con la orientación oriental de mi abismo. Pero ella esta en muchos lados y en lejanas partes, ayer, por ejemplo, también fue a comprar zapatos con su madre y con la sombra alta de un bigote de Chaplinnomano, tal vez los nuevos sean similares a los del aula que encierra rehabilitadores, y tal vez no, es que con ella todo es como la santa y la botica, mientras yo, un escondite de panadero especializado en dulces, muero en un alba diabético del callado que habla de sobra. Yo también la molestaría en la madrugada con el tono de su preferencia si pudiera. Pajarraco escondido en la zona de perfumes.

5 comentarios:

Anónimo dijo...




A mi se me cae todo :(


Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ana Cadena dijo...

hay que seguirles. pero nunca mirar atras, si no queremos convertirnos en estatuas de sal...

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
anónimo 4 dijo...

Las cosas son más simples de lo que piensan. El truco está en no pensar, en tomar el control de la mente propia (primero, y la de los demás después, casi de la misma forma como lo hacen los de arriba, solo que para aliviar al que sufre).