Cuando él era pequeño se parecía al gato lógico del callejón, al bajo azul de camisa, compañero de una moneda atada al dedo. Pequeño y lúcido. En esos años cumplíamos mandados en mercados de un solo cuerno y él cogía lo que le gustase: una escultura de animación moderna, una sarta extraviada de sus épocas, una manzana. Pobre suerte la que trae el ojo en la balanza. En esa época él me relataba o consultaba y yo no portaba el hermetismo plástico con tanta frecuencia; ahora me habla intempestivamente ignorando yo donde esta, hasta creo ambos portamos lo mismo o así dicen.
Hecho de menos lo que nunca tuve, dormir mientras él no detiene las temáticas, desayunar a diario y aventar mendrugos, acompañarlo a la madriguera del conejo, oír su glosario soez y su hilarante enmascaramiento, oculta su mano y la piedra bajo frases de moda en la era del dragón.
Él no es mi lado bueno, es mi lado correcto, el yo que nunca se acurruca en las cataratas ebrio de bases finalizadas, él: mi hermano de yo mismo cuando yo no estaba. Fácil eludir divisiones. Hace tanto que no se si escucha música o habla por teléfono, si recoge las luminosas tres siglas que caen en el mensaje.
Lógico el once de las letras, mi hermano alrededor del frasco.
Una foto familiar en una peluquería cual fuerte recuerdo, asiento azul para lo recién separado, desearía una copia pero no la hay.
4 comentarios:
Gracias por la visita :)
Espero verte mas seguido...
Pd: La foto esta muy linda.
Un beso.
Yo no quiero ser un mosquitoooooo!!
yo sere una mariposa :)
bIEN hERMANO :D sI man NO TE PREocupez io te voy a dar la foto de la pelukeria man pa q lo llevez pz en el corazon
bIEN hERMANO :D sI man NO TE PREocupez io te voy a dar la foto de la pelukeria man pa q lo llevez pz en el corazon
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