viernes, 5 de octubre de 2007

Yo hago el bien cuando guardo silencio, cuando en el pétalo fresco de una rencilla casi regada en totalidad se esfuma un mítico adagio, un golpe de cocción en el corazón.

Hoy es otro día lejano a la toma de aquella Bastilla, al inicio del primer corto párrafo. Hoy todo es diferente y estoy contento en una vida de diferencias que culminan en la misma referencia del primer párrafo. Y sí, también estoy drogado y compito frente a la pantalla en un juego de comunicaciones empíricas.Que tal locura la del ajedrez que se perdió y resucito en pitbull.

Además en la pared están los primeros párrafos que condensan tanto que al final ni existen. Es que es son así como una orquídea: desconocidos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...




Bien dicen que del odio al amor hay una linea muy delgada...
jejejeje....

Gal me hizo reir :)


Lindo post!

Anónimo dijo...
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