
Conocido este rumbo de oblicua, tiempo de refrigerio cercano al desconocimiento mortal del libertador y sus siestas imprevistas durante la vigilia de otros. Aquellas parihuanas y su familiaridad con lo onírico flamean entre el gusto anti natural que hoy se expande, mientras su eterna consecuencia en el territorio da el pecho y el cubil. Magenta y blanco no es rojo y blanco, es un espejo roto.
Esta superstición es el escalafón sin escalante, mi paso bajo la humarada negra de los gatos. Lejos de la izquierda, del despertar por los rumbos antes mencionados, existe otro credo que nombra un Jesús superior, que no cree en lineas que corten tierras ni en un orden que manche mesas. Anoche, regresando de un colapso de éter, me derivaron al caos de la plazuela y el camal. Aunque todos lo objeten, en los hospitales el caos y el cosmos son lo mismo, en las clínicas no existe la vida.
Recuerdo la cercanía y popularidad de esta plaza donde no hay hospitales pero abunda la enfermedad, el virus del azueto, el aburrimiento que lleva a la acción hacia un contrato de naturalezas, la fricción contra los soles, unos astros que nacieron para consumir lo mudable del actor terrenal.
5 comentarios:
No entiendo una mierda de lo que escribes, pero recuerdo que una vez me puse a llorar en un hospital. Sabía que mi abuela no saldría con vida de ahí. Su mano estaba entre las mías, su piel tan delgada, su boca tan muda y enferma.
"te he visto cerca a los kioskos del ceño fruncido" ¿por qué no? desconocidos también se cruzan. Raludos
en no entender radica la sensacion pero no la existencia.
la existencia reboza de la sin razon fundamentada liberando dopamina en tu cerebro.
la sensacion y la existencia convergen.
este texto habla de mi bandera en la pza. san Martin.
Las pistas de Blue.
Discovery Kids.
sí desconocidos también se cruzan! y pueden volverse muyyyyyyyyy conocidos!
Besos para ti.
mar
Quería escribir a acerca de todo: la belleza de una ola arrastrando la arena, el aspecto de un sonido devorando a Silencio, el susurro de unos pétalos al despertar, y de tí y de mis sentimientos, y de los tuyos. Y fracasé, fracasé.
Empieces como empieces, acabas siendo menos de lo que esperabas. Puro orgullo de mierda y estupidez. Lo queremos todo, ¿verdad?
Me vibra el iris.
Yo tampoco entiendo una mierda, pero siento, y sé que entonces entiendo todo. O nada, que es lo mismo.
Desconocidos se cruzan y se besan en el vagón del medio día, desconocidos lloran por desconocidos, matan a desconocidos. Nuestros sueños están llenos de desconocidos.
Un soplo de aire libertario...
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