miércoles, 1 de octubre de 2008

como si importara

Un Elliot Calixto cualquiera, el que fuera, como fuera, cual borrador sin quemada o ilusión adversa, desempleado, de marca la que sea pero que compita y se aprisione ,con duendes o hadas del opio, por una nueva editorial.

"Dame una palabra cualesquiera"- dice uno a través del ventanal más conmutable. Pasa un segundo, cuatro, ocho , dos. Ya no pasan los híbridos y respuesta adquiero - "Cualquiera"."Borrador"."Dolor"... Ya no recuerdo que más nombró, laguna y pez.
Otro olvido corriente, silvestre, común, un olvido cualquiera.
El 23 cual 23 es también un número cualquiera, un asiento de avión, de vía terrestre, de vía férrea, la habitación errónea, otra opción sin lotería, o quizá tu coordenada en un restaurante; pero en si el 23 es una exactitud más suiza, más auxiliar, más colateral, no es tan cualquiera, aunque la calificación adjetiva se debe a la perspectiva.

Como decían los nombres que hacen de frases o frases que hacen de nombre de mi hermano peyote : " Vendo ropa sin marca, sin talla, sin color exacto...". Bah!, que porquería la actualidad. La rareza de mi dedo usando onomatopeyas.

Les brindo felicidad cualquiera para sus dengues y mosquitos, menos para mi otro hermano el que ya posee felicidad interminable, aunque quien será ese kilate, otro cualquiera por la calle, yo locote. Cualquiera.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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